En estas fechas, la Navidad se apodera de nuestra casa y crea en nuestros hogares una atmósfera de alegría y felicidad propicia para el reencuentro con los seres queridos. Durante las semanas previas en nuestras cocinas se cuajan las ideas de los menús de Nochebuena y Navidad, bajo el árbol regalos esperan impacientes a sus nuevos dueños y las velas iluminan cada rincón de manera diferente.

Son muchas las tradiciones que encontramos en esta época festiva, desde encender las luces que decoran nuestros hogares, hasta poner el Belén en la entrada de nuestras casas. Pero sin duda hay una costumbre que ha ido ganando adeptos hasta convertirse en un elemento indispensable en todos los hogares: el árbol de Navidad.

¿Conoces de donde viene la tradición del árbol de Navidad? Las raíces de esta tradición, tal y como la conocemos, tiene su origen en Alemania, donde se comenzó a colocar un pino o un abeto sin decorar. Posteriormente esta práctica evolucionó y es en Estados Unidos el lugar donde se comienza a dar color a esta bonita costumbre, colocando adornos de diferentes tipos y tamaños, incluyendo la estrella que corona el árbol,  y que en España simboliza la guía a los Reyes Magos. Otros elementos muy importantes son las bolas y las manzanas de colores, que son tradicionalmente una forma de llamar a la abundancia de épocas venideras.  Además de todos estos elementos decorativos, algunas familias decoran el árbol con una herradura, para buscar la buena suerte, una llave que simboliza la apertura de nuevos caminos.

La forma de decorar el árbol de Navidad es muy distinta en otros países como en el norte de Europa, donde sustituyen las bolas por ángeles y duendes, o como en Japón, donde los árboles de navidad se decoran con adornos de papel, abanicos y sonajeros. Por el contrario en China, no utilizan abetos o pinos, sino que emplean naranjos como símbolo de felicidad.

La tradición del árbol ha ido evolucionando en los diferentes países a lo largo de los años pero en todos y cada uno de los rincones del planeta mantiene el mismo espíritu: el espíritu de la Navidad.