Ya sabemos que durante las vacaciones nos relajamos en muchos aspectos, pero hacerlo en extremo no es saludable. Sobre todo, gastronómicamente hablando.
Las vacaciones de Semana Santa se han convertido para muchos en unos días de descanso obligado para cargar pilas antes del verano.
El cambio de horarios, el estar con amigos y familiares, el ocio… nos hacen descuidar nuestros hábitos alimentarios, de manera que al finalizar estas vacaciones además de descanso, ganamos algún kilillo y lo que es más importante, nos encontramos con una gran dificultad para retomar nuestra rutina normal de comer sano y equilibrado.
A continuación os dejamos unos consejos para que estas vacaciones no sean el motivo de romper un ritmo de vida saludable, sin por ello dejar de disfrutar de estos días festivos:
- Trata de respetar las comidas principales y haz algún tentenpié entre horas ya que si vamos con hambre a una comida, elegiremos alimentos más grasos y calóricos y además comeremos más cantidad.
- Aprovecha el minibar de la habitación del hotel para meter fruta y yogures desnatados que serán el tentenpié que harás entre horas.
- El buffet es una buena opción para comer de una manera saludable, ya que en él encontrarás gran variedad de alimentos saludables cocinados con poca grasa.
Tú mismo podrás aliñar tus ensaladas y podrás escoger carnes o pescados a la plancha o cocinados de una manera saludable.
De postre también optarás por la fruta o los yogures, dejando los postres dulces para algún momento excepcional. También puedes compartir el dulce con otra persona comiéndote la mitad de la ración. - Mete unas zapatillas en la maleta y anda todos los días 1 hora allí donde estés, ya que ese ejercicio va a ser un aliado perfecto para que no subas peso.
- En las áreas de descanso de carretera párate para estirar piernas y favorecer la circulación, y para descansar. Un café con leche o un zumo de frutas natural es lo más indicado para tomar en ese momento de descanso, evitando los dulces, productos de bollería, los refrescos hiperazucarados y por supuesto el alcohol.
Si viajas en avión o en tren, trata de levantarte y dar pequeños paseos, vete al baño y con esa excusa mueve tus piernas… - Reduce el consumo de bebidas alcohólicas y sustitúyelas por bebidas sin azúcar y sin alcohol.
- En estas fechas del año estamos deseosos de tomar el sol y además como las temperaturas no son tan altas como en verano, bajamos la guardia y no nos protegemos adecuadamente. Utilizaremos la crema de protección, nunca menos de 30 y usaremos gafas de sol homologadas.
Quien se quede en casa, puede aprovechar estos días para desconectar, relajarse y potenciar su salud y bienestar. - Así, puedes ir a las termas de su ciudad o a un centro de spa para obtener unos masajes relajantes.
- Un paseo por la montaña, en la orilla del mar, o andar en bicicleta por la ciudad para tonificar, mover las articulaciones y mejorar la circulación, nos harán sentir buenas sensaciones mejorando nuestro estado de bienestar.
- En estos días de fiesta tenemos tiempo para ir a la piscina o para utilizar las instalaciones que nos brindan los polideportivos para tonificar y mantenernos en forma, así que pueden ser estas vacaciones, el final de nuestro sedentarismo.
- Quedar con amigos o familiares y disfrutar del día en un ambiente relajado compartiendo una comida saludable hecha con ingredientes sanos…es una buena manera de cuidar también nuestro estado psicológico.
Información facilitada por la doctora Esther Telleria.