Perfectly Roasted Roast Beef Cut into Slices

UN BUEN CHULETÓN NO HACE DAÑO A NADIE

19 febrero, 2017

Comer carne o no comerla, no es bueno o malo ‘per se’. Lo que cuenta es el conjunto de la dieta. Lo importantes es comer poco de todo y mucho de nada. Así nos lo explica la doctora Esther Telleria.


La composición de la carne varía mucho de un animal a otro. También se diferencia en función de la edad, el sexo y la alimentación del animal, así como de la pieza concreta a la que pertenezca. Por lo tanto, no podemos generalizar al hablar de sus propiedades nutricionales o de sus efectos sobre la salud.

Todo es cuestión de frecuencia y cantidad de consumo. Una ración de carne son unos 100-130 gramos, y lo recomendable es tomarla entre 3 y 4 veces a la semana, alternando con el consumo de pescado y huevos.

*La carne es una de las mejores fuentes de proteínas, hierro y vitamina B12 de nuestra dieta. Si la eliminamos de nuestra dieta corremos el riesgo de no estar bien nutridos.

*Las proteínas son necesarias para mantener la masa corporal, para la formación de hormonas, para el buen estado del sistema inmunitario y para tener un correcto metabolismo.

*Sin embargo, un exceso de proteínas puede ocasionar problemas de riñón, sobrecarga en el funcionamiento del hígado y osteoporosis.

*La mejor fuente de hierro en nuestra dieta son las carnes rojas, y en las vísceras como el hígado o los riñones. El hierro aportado por estos alimentos pertenece al grupo ‘hemo’, cuya disponibilidad es alta. Las legumbres, frutos secos y algunas verduras suministran hierro denominado ‘no hemo’, de menor disponibilidad y por lo tanto de menor interés nutricional que el hierro de origen animal.

*La vitamina B12 interviene en el buen funcionamiento del sistema nervioso, es importante para tener un correcto metabolismo y además interviene en la formación de glóbulos rojos.  La única fuente de vitamina B12 son los alimentos de origen animal. Hay que tener en cuenta que a partir de los 50 años, muchas personas pierden la capacidad de absorber la vitamina B12, al igual que las personas que sufren del estómago, o los celíacos, siendo muy importante que dentro de su dieta estén presentes alimentos que ofertan esta vitamina como es el caso de las carnes.

En la variedad está el gusto

La carne de vacuno:
PARA DEPORTISTAS Y ADOLESCENTES

En general, tiene un contenido graso medio pero hay grandes diferencias entre las distintas piezas. El solomillo, por ejemplo, es muy magro. También influye la edad del animal. La carne de los animales jóvenes alimentados sólo con leche es más masticable y fácil de digerir. Sin embargo, aporta menos hierro y menos vitaminas, pero tampoco tiene grasa ni colesterol. Esta carne se recomienda a personas con digestiones pesadas, sobrepeso y con niveles altos de colesterol. La carne de ganado mayor tiene más grasa y colesterol, pero también nos aporta más proteínas, hierro y vitaminas.

La carne de cerdo:
BAJA EN GRASA

Tiene la fama injusta de ser muy rica en grasa.
No obstante, el tipo de cerdo que habitualmente consumimos es el cerdo blanco, cuya carne tiene poca infiltración de grasa y es casi toda superficial, y por lo tanto fácil de eliminar antes o después de cocinarse.  Esta carne es recomendada en dietas adelgazantes y en patologías cardiovasculares. Esto no ocurre con el cerdo ibérico, pero la grasa del cerdo ibérico es rica en ácido oléico de manera que su consumo no supone un riesgo para la salud siempre que respetemos las recomendaciones nutricionales: 130 gramos por ración. El solomillo es la parte más magra del cerdo y el lomo de cerdo tiene menos grasa que el muslo de pollo. La parte de las costillas tiene más grasa.

La carne de cordero
RICA EN HIERRO Y EN GRASA

Cuanto más edad tenga el animal, más hierro tendrá. Sin embargo, como es una carne rica en grasa (aunque hay diferencia según las piezas), lo importante es eliminarla antes del cocinado. Así, las chuletillas tienen más grasa que la pierna. El cordero lechal apenas tiene grasa, pudiendo formar parte de cualquier dieta sin que suponga un riesgo para la salud. Carne recomendada para los anémicos y las personas con bajo peso.

La carne de pollo
BAJA EN COLESTEROL Y HIERRO
Es una carne muy magra y si le quitamos la piel retiramos la mayor parte de su grasa. Es muy fácil de comer y digerir, ya que tiene muy poco colágeno.  Como tiene menos colesterol y grasas saturadas, se recomienda para las personas con enfermedades cardiovasculares, siempre que se coma sin piel. Al tener mucha agua, debe estar bien cocinada, ya que en el agua pueden crecer microorganismos que pueden afectar a nuestra salud. Tiene menos hierro que la carne vacuno o de cordero.

La carne de conejo
POCA GRASA
Es adecuada para incluirla en una dieta equilibrada, completa y sana porque es muy magra, aportando pocas grasas y colesterol. Sin embargo aporta menos hierro que las carnes rojas.

 

 

 

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