fresas

Fresas, un regalo de la primavera

La primavera se tiñe de rojo con la llegada de las fresas. Una fruta que alegra nuestras mesas, pero sobre todo, nuestro cuerpo.

Las fresas son un alimento óptimo para cualquier dieta ya que aportan muy pocas calorías y tienen una gran cantidad de fibra, que nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento.

Antioxidantes

Son una buena fuente de vitamina C, vitamina E y flavonoides, todos ellos de efecto antioxidante que nos ayudarán a frenar el envejecimiento.

Además, sus propiedades son beneficiosas para prevenir enfermedades como:

  • Cáncer
  • Enfermedades degenerativas
  • Enfermedades cardiovasculares

Estos antioxidantes, además, impiden la formación del colesterol malo que se deposita en las arterias y las obstruye.

También aportan sustancias antiinflamatorias y anticoagulantes ayudándonos a prevenir la formación de trombos en la sangre.

Vitamina C al 100%

Con solo 100 g de fresas estarás aportando toda la vitamina C que tu cuerpo necesita en un día.

Esta vitamina interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos, ayudándonos a prevenir la anemia y fortaleciéndonos frente a las infecciones.

Ácido fólico y embarazadas

El ácido fólico presente en las fresas nos ayuda a prevenir la anemia y a mantener las defensas en óptimas condiciones. Es una vitamina de gran interés en la embarazada ya que ayuda a prevenir las malformaciones del sistema nervioso (espina bífida), y garantiza un óptimo crecimiento y desarrollo del niño.

Potasio, necesario para hipertensos

Ricas en potasio, las fresas son un buen aliado para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal y para evitar retención de líquidos. De este efecto se beneficiarán las personas con ácido úrico y las hipertensas.

Hay que tener en cuenta que no están aconsejadas para las personas con piedras en el riñón de oxalato, ni para las personas con vesícula biliar perezosa ni para las personas alérgicas a la aspirina.

Conservación

Se conservan mejor si se guardan en el frigorífico o en un lugar fresco, oscuro y ventilado, lo más esparcidas posible en una fuente o plato llano. Así podremos conservarlas hasta 4-5 días y disfrutar de todas sus propiedades.

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