El verano es la época del año que con más ganas esparemos. Es el tiempo de relajarse, de desconectar de la ciudad y del trabajo. Pero es la época en la que también nos relajamos en lo que se refiere a nuestra alimentación. Comidas copiosas en chiringuitos, platos exóticos de otros países o cócteles, forman el menú de la mayoría de nosotros entre los meses estivales.

Entonces llega septiembre y volvemos a casa dándonos cuenta de que en nuestra maleta se ha colado algún kilo de más. Por eso es importante empezar el nuevo curso con una dieta saludable, volver a hacer ejercicio y beber mucho líquido, los tres pilares fundamentales que sirven para que poco a poco dejemos atrás los efectos del verano:

Hacer una dieta sencilla y ligera todos los días, sin renunciar a ningún alimento. Muchos caen en el error de seguir una dieta muy estricta durante sólo unos días, y así perder los kilos deseados rápidamente. Pero al acabarla y recuperar los malos hábitos, volveremos a aumentar de peso y con el tiempo nos encontraremos igual que al principio.

Aprovecha para llenar tu nevera de frutas y verduras de temporada, de pescados blancos y carnes magras. Con estos ingredientes podrás preparar platos ricos y saludables, además de cómodos para no renunciar a comer bien aunque tengas que llevar tupper a la oficina. Y antes de acostarte, procura tomar una cena ligera (una crema de verduras o una pieza de fruta), que te ayudará a conciliar el sueño más fácilmente.

Tomar mucho líquido. Ya sabemos que beber litro y medio de agua al día nos ayudará a depurar toxinas, pero puede que nos resulte algo aburrido y al final abandonemos esta práctica. Sin embargo podemos sustituir el agua por otros líquidos más variados como los zumos de frutas naturales o infusiones antioxidantes, como el té verde. Estos líquidos son ideales para saciar el apetito que aparece entre horas.

Sacar tiempo para hacer ejercicio. Con la vuelta a la rutina y el estrés del trabajo, parece que descuidamos nuestra actividad física. Por eso es importante que dediquemos algunas horas del día al deporte, ya sea yendo en bici a trabajar o correr por la ciudad antes de la cena. El ejercicio conseguirá que nos sintamos mejor física y psicológicamente, además de ayudar a perder los kilos que nos sobran.

Recuerda que esto es una carrera de fondo, no hay que tener prisa por perder peso, lo más importante es cumplir cada día los objetivos de llevar una dieta sana y equilibrada.

¡Feliz vuelta de las vacaciones!