Mantener tu nevera limpia y ordenada no solo mejorará las condiciones de higiene, sino que aliviará la factura de luz a final de mes. Te contamos algunos sencillos trucos para mejorar el rendimiento de tu frigorífico:
- Instala la nevera lejos de fuentes de calor (horno, calefacción, vitrocerámica…)
- Piensa los ingredientes que vas a necesitar antes de abrir la puerta para no dejarla abierta. Así mantendremos la temperatura de los alimentos de manera constante.
- Regula de manera correcta la temperatura del frigorífico y del congelador. La temperatura óptima para la nevera es de unos 7º C. Para el congelador, por debajo de -18º C es un gasto extra de energía, y no mejorará la conservación de los alimentos.
- Si vas a guardar comida que te ha sobrado, introdúcela cuando esté fría, ya que introducirla caliente provocará un aumento de la temperatura y un mayor gasto. Además, podría afectar a la calidad del resto de los alimentos.
- Mantén la goma del frigorífico limpia, es la que asegura el cierre completo del frigorífico y evita que se escape el frío. Además, reducirás posibles bacterias o malos olores.
- Intenta no romper la cadena de frío, compra los productos frescos en el último momento e introdúcelos en la nevera lo antes posible.