Nos cueste o no llegar a final de mes, nunca está demás ahorrar un poco de dinero mensualmente para después poder disfrutar más y mejor de nuestro tiempo de ocio. Con estos sencillos consejos podrás ahorrar un poco de dinero tanto en tu compra diaria como a la hora de cocinar los alimentos. Toma nota:

Chequea tu despensa.
Procura que tu despensa no tenga un exceso de alimentos pero que a su vez tampoco le falte ningún producto esencial o básico como azúcar, sal, pasta o arroz. Una buena forma de mantener ese equilibrio es revisándola una vez por semana y apuntando aquello que haya que reponer en la siguiente compra.

Planifica tus menús
Saber lo que vas a comer a lo largo de la semana, evitará que compres más de la cuenta o que se te estropeen los alimentos. Acude al supermercado con una lista de la compra y no te dejes llevar por ofertas agresivas.

Cuidado con las caducidades
Antes de introducir un producto en tu carro de la compra fíjate bien en la fecha de caducidad.

Buen uso del frigorífico y el congelador
La temperatura ideal del frigorífico está en torno a los 5 grados. Evita que pierda energía abriéndolo demasiado a menudo o introduciéndole comida caliente. En el caso del congelador debes impedir que se forma hielo en las paredes o que se acumule polvo en la parte trasera.

Cocina todo lo que puedas de una vez
Preparar la mayor cantidad de comida que puedas de una vez permite ahorrar tiempo y energía. Congela aquello que no vayas a comer en el momento en raciones individuales y sácalas cuando las necesites.

Aprovecha el calor residual
Pequeños gestos como apagar el fuego minutos antes de terminar de cocinar  harán que ahorres consumo energético. También, si a la hora de hervir el agua, introduces en el cazo la cantidad justa y necesario. Respecto al horno, en mucha ocasiones no hace falta precalentarlo. Una vez encendido, aprovecha para cocinar o calentar más de una cosa.