Uno de cada cuatro niños tiene sobrepeso u obesidad en España porque consumen en exceso refrescos, zumos artificiales, bollería y helados artificiales. La doctora Esther Telleria analiza para nosotros los datos del estudio Enkid.

Según la Organización Mundial de la Salud el consumo recomendado de sal no debe superar los 5 gramos al día; el azúcar debe suponer como máximo el 5% de la ingesta calórica total y la grasa el 30%. Dentro de estas grasas, las grasas tipo ‘trans’ serán el 1% del valor calórico total de la alimentación infantil.

La alimentación en la etapa infantil es clave para evitar enfermedades crónicas en la edad adulta como obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol…

Hoy en día existe mucha oferta en el mercado de tentempiés para consumirlos entre horas. Esta variedad, en muchas ocasiones, nos implica elegir de manera inadecuada los alimentos que mejor van a nutrir a nuestros hijos.

El estudio Enkid nos informó que el 96,4% de la población infantil y juvenil española consume algo más de 7 raciones a la semana de galletas, pastelitos y bollería industrial (es decir, uno al día).

El 88,2% toma diariamente aperitivos salados, llegando la media a 2,7 raciones al día. En cuanto a los dulces y golosinas, el 99,4% de la población estudiada ingería diariamente 4 raciones de dulces y golosinas. Los refrescos son ingeridos a diario por el 92,6% de la muestra EnKid.

Los zumos comerciales, los refrescos y las bebidas gaseosas, se han incorporado de forma masiva a la dieta durante la infancia y la adolescencia y su aporte calórico total puede llegar al 8% de las calorías totales y, sin embargo, son productos pobres en nutrientes. Estas bebidas hiperazucaradas han desplazado al agua como bebida habitual y en ocasiones a la leche del desayuno infantil.

La mitad de los productos de alimentación industrial contienen niveles de grasas trans superiores a los considerados saludables, es decir, sobrepasan el 1% del total de grasas recomendado.

Estos alimentos contienen sabores fuertes que producen adicción en el niño, de forma que una vez inculcado éste hábito, es muy difícil reconducir esta conducta.

Los alimentos que contienen grasas trans son entre otros: las barritas de cereales, galletas tipo María, cereales de desayuno, bollería industrial, paquetes de snacks…, alimentos que han sustituido en gran parte al pan.

En cuanto a los alimentos azucarados, las bebidas gaseosas, refrescos, los zumos artificiales, los cereales de desayuno, yogures y postres industriales, bollería, helados….son una fuente rica en azúcares sencillos que le aportan calorías vacías desde el punto de vista nutricional, siendo uno de los factores causales más frecuentes de obesidad infantil.

Según la OMS, duplicamos las necesidades de sal recomendada. 

Del 100% del sodio ingerido, el 72% procede de los alimentos procesados por la industria alimentaria, el 20% de la sal añadida y el 8% de los alimentos naturales.

Un exceso de sal en etapas tempranas puede producir enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.

Uno de los alimentos altamente consumidos por los niños son las tortas de arroz o de maíz. Este snack que se presenta como una solución ligera para calmar el ansia a la hora de picar otros alimentos más calóricos, tiene mucha sal y normalmente tiene grasas parcialmente hidrogenadas que perjudican la salud de las arterias.

Hay que fijarse en el etiquetado nutricional de los alimentos y observar el tipo de grasas que llevan (si llevan grasas vegetales y no se especifican, habrá que desconfiar). Además no hay que olvidar que en su composición incluyen una cantidad de sal. Estas tortas han sustituido en muchas ocasiones a la fruta o a un pequeño bocadillo para merendar.

La mejor elección para el niño es que entre horas estén presentes los cereales que se recomienda en todos los tentempiés, pero en forma de pan (alimento saciante que no contiene grasa y sus azúcares de absorción lenta hacen que sus niveles glucémicos se mantengan estables para que mantengan la energía necesaria durante el día) y bollería hecha en casa con harinas y grasas saludables. También las vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra en forma de fruta fresca y zumos naturales, y proteínas de calidad en la leche…

Sustituiremos estos tentempiés por los clásicos: un bocadillo pequeño compuesto por un ingrediente escaso que se coloca entre pan y pan, fruta, frutos secos naturales sin tostar ni salar, un vaso de leche, el zumo de frutas siempre natural, bollería hecha en casa…evitando en la mayor medida posible todo lo empaquetado o elaborado por la industria alimentaria.