Una de las leyendas urbanas más extendidas en torno a la alimentación es que la leche de vaca es perjudicial para el organismo. La doctora Esther Telleria, sin embargo, nos explica los numerosos beneficios que aporta y desmonta varios mitos. ¿A que te interesa?
Razones para consumir leche:
1. Es barata y tiene muchas vitaminas. La leche es uno de los alimentos más económicos y completos que existen, ya que nos aporta proteínas, grasa, azúcares, minerales y vitaminas. Sólo le falta el hierro, y si la tomamos desnatada, le falta también la vitamina D.
2. La leche y sus derivados deben formar parte de nuestra dieta a razón de 3 o 4 veces al día: los quesos, en general, son una importante fuente de grasas y sal y los yogures de azúcar, además el calcio que mejor se aprovecha en el organismo es el de la leche.
Por estos motivos, la mejor opción es tomar 3 vasos de 200 ml de leche al día para que estemos sanos y bien nutridos.
3. Solo las personas con alergia deberían prescindir de la leche de vaca. Para ello existen en el mercado las bebidas vegetales de soja, arroz o almendras. La Unión Europea solo permite el uso de la palabra «leche» para referirse a la de origen animal, Por tanto, las bebidas vegetales, llamadas popularmente «leche de soja, arroz, almendras o avena», no son leche.
Estos preparados tienen un menor valor nutricional que la leche de vaca y, en general, son más azucarados, de manera que no se recomienda para las personas que no son alérgicas a la leche de vaca.
4. Los intolerantes a la lactosa tienen en el mercado leche de vaca sin lactosa (un 20% de la población). Muchas personas la están tomando sin diagnóstico médico y esto no es correcto porque la lactosa cumple funciones importantes, como es mejorar la absorción del calcio, además de mejorar la microflora intestinal y es un azúcar que sólo se encuentra en la leche.
Al dejar de tomar leche con lactosa, se hacen intolerantes a la lactosa, de manera que para prevenir la intolerancia a la leche no hay que dejar de tomarla.
5. Las personas con sobrepeso y colesterol tienen la opción de tomar leche semidesnatada o desnatada aunque los últimos estudios nos indican que no hay una relación entre el consumo de leche entera (alimento que no llega a tener ni un 4% de grasa) y el aumento de colesterol. No hay evidencias científicas que demuestren que una persona con el colesterol alto deba dejar de tomar leche entera. Aunque las grasas de la leche son saturadas, la leche es rica en ácidos grasos saturados de cadena corta que no inciden en el riesgo cardiovascular, además de otras grasas beneficiosas, como el ácido oléico, o el linoleico conjugado, que reducen el colesterol, y determinados péptidos que reducen la tensión arterial.
Debemos tener en cuenta que al dejar de tomar leche también se dejan de tomar nutrientes esenciales, como el calcio, grasas, aminoácidos y algunas vitaminas, que mejoran el estado cardiovascular.
Además se ha observado una menor incidencia de obesidad y de síndrome metabólico en las personas consumidoras de leche. Estos hechos se relacionan con la composición nutricional de la leche y en especial por la presencia de calcio fácilmente disponible en el organismo.
MITOS SOBRE LA LECHE
¿Con zumos es más indigesta?
No, el clásico desayuno de zumo de naranja con leche es una estupenda combinación. Es cierto que la acidez del zumo puede cortar la leche, pero de cualquier manera va a ocurrir en el estómago, cuya acidez es mucho más alta que la del zumo.
¿Es buena frente a intoxicaciones?
No se puede generalizar, ya que dependerá del tipo de tóxico o veneno ingerido. En ocasiones, la ingesta de leche puede ser contraproducente.
¿Cuánto más cara, mejor?
La leche más cara no siempre es la de mejor calidad. Hay marcas con precios muy competitivos que tienen muy buena calidad.